Las comunas de Santiago con mayor segregación urbana

La Vicepresidenta del Comité de Arquitectos Jóvenes, Layla Jorquera, comenta el estudio de Georesearch que afirma que tres zonas representan el 27,2% del déficit en infraestructura, conectividad, servicios y equipamiento urbano de la Región Metropolitana.

Un estudio realizado por la consultora Georesearch reveló que los barrios Bajos de Mena de Puente Alto, Antupamu en La Pintana y Pozo Arenero de La Florida concentran el 27,2% de la segregación urbana presente en la ciudad, dejando en evidencia la falta de conectividad, infraestructura, acceso a servicios y mobiliario urbano de estas comunas.

La otra cara de la moneda, según la compañía de geointeligencia de información, lo representan las comunas de La Cisterna y Las Condes, quienes poseen solo 0,7% de segregación urbana.

Además, según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), existen más de 2 millones de hogares que están segregados en Chile, por falta de equipamiento y estándares mínimos urbanos. “Es una situación grave y afecta a los sectores más vulnerables”, asegura Pablo Álvarez, gerente de Vivienda y Urbanismo de la CChC.

Para los expertos este problema se produjo por el crecimiento demográfico que ha experimentado la ciudad, a lo que se le suma la falta de políticas de vivienda adecuadas. “El fuerte crecimiento se debió, en parte, a las decisiones de las personas de dónde vivir a partir de la oferta inmobiliaria y el plano regulador que existía. Además, tiene relación con la dirección de la misma política habitacional, lo que generó que ciertos condominios de viviendas sociales se ubicaran en determinadas comunas, las quedaron con niveles de provisión de servicios públicos menores a los existentes en el resto de la ciudad”, explica Paulina Henoch, investigadora de L&D.

Desde Georesearch explican que el problema se produjo por la falta de políticas públicas adecuadas para hacer frente a la segregación urbana ya existente y que la solución apunta hacia la creación de planes que mejoren temas de fondo. “A pesar de que hay programas, pareciera que estos no tienen efectividad, porque apuntan a poner una plaza a los niños para que jueguen cuando a lo mejor el problema no es ese”, afirma Romina Díaz, subgerente de proyectos estratégicos de Georesearch.

Para la vicepresidenta del Comité de Arquitectos Jóvenes del Colegio de Arquitectos de Chile, Layla Jorquera, uno de los principales problemas es la falta de movilidad que sufren los sectores con alta presencia de segregación urbana, lo que se traduce en un aumento de los costos de desplazamiento y una disminución de la calidad de vida. “Queremos centralizar y densificar la ciudad, para luego cobrar por invitarlos a vivir cerca de todo, y mientras más alejados, mayor es el costo de entrar en este sistema. No se trata solo de un impuesto directo a la movilidad, sino del costo horas/hombre que dura el trayecto entre entrar y salir del sistema”, manifiesta Jorquera.

Problemas a los que la autoridad ha respondido con programas de recuperación y fortalecimiento del tejido social, entre los que se destaca “Quiero mi Barrio”, que ha realizado inversiones en obras que responden a las necesidades e identidad de las comunidades. “Hemos aumentado y priorizado la inversión urbana destinada a mejorar los estándares de urbanización de nuestras ciudades, con claro foco en las áreas más deterioradas. La Presidenta Michelle Bachelet nos ha puesto una desafiante tarea de aumentar los parques urbanos, además de los barrios a intervenir y la construcción de una red de ciclovías de alto estándar, todas obras destinadas a mejorar los espacios de encuentro”, afirmó Paulina Saball, ministra de Vivienda y Urbanismo.

La líder de la cartera indica, además, que otro de los objetivos es mejorar la accesibilidad y conectividad al interior de las ciudades.

Desde el mundo inmobiliario apuntan que su aporte al problema de la segregación va por comprender y saber aplicar de la mejor forma posible las normativas vigentes en las distintas comunas de cada ciudad. “Además de identificar aquellas zonas más concurridas, como las cercanas a los metros o a las estaciones de buses, para luego analizar desde su densificación la mejor forma de construir”, dice Enrique Joglar, gerente de desarrollo inmobiliaria Indesa.

A su vez, Eugenio López, gerente inmobiliario de Brotec-Icafal, afirma: “Esto se puede lograr a través de cambios en los planes reguladores que alienten el desarrollo de ciertos lugares o, a su vez, crear zonas de renovación urbana”.

Publicado en diario Pulso