¿Quiénes son los responsables de los guetos verticales? Por Juan Pablo Urrutia

Los recientemente llamados guetos verticales por el Intendente de Santiago son un mal para la ciudad y sus habitantes, de ello no hay discusión si consideramos las condiciones inhumanas en que viven sus residentes y las externalidades negativas para el espacio público, transporte y calidad de vida de cada barrio. ¿Quiénes son los responsables de estas intervenciones urbanas? Unos dicen que los arquitectos, otros que las inmobiliarias y algunos señalan a las autoridades. La verdad es que todos somos responsables de tal aberración urbana, incluso aquel ciudadano anónimo.

 

Una primera impresión señala a los autores de tales diseños como los responsables, ya que son los arquitectos quienes dan forma al sueño de la casa propia. Ellos poseen las herramientas para hacer de una edificación una pieza armónica dentro de la ciudad, no obstante son estos profesionales quienes están dispuestos a realizar cualquier clase de trabajo por un salario, independiente de su resultado e impacto, tal como lo hace un mercenario.

Sin embargo hay que comprender que para que existan mercenarios se debe contar con un interesado que lo promueva. Acá es donde las inmobiliarias entran al juego como el mandante que busca la ocupación máxima que cada terreno permite, llevando al límite la altura, superficies y densidades permitidas para obtener la mayor cantidad posible de departamentos que vender, es lo que hace cualquier empresa, buscar la máxima rentabilidad dentro de lo que el marco regulatorio permite. ¿Basta solo con atenerse a la normativa?, claramente no, también hay un límite ético, pero en estos casos se busca obtener un provecho excesivo del negocio, lo que los convierte en verdaderos usureros avalados por el marco legal.

De esta forma es posible señalar que la responsabilidad a fin de cuentas recaería en las autoridades que no han sabido (o no han querido) establecer las regulaciones suficientes para evitar estas situaciones. Es responsabilidad de los Alcaldes definir un Plan Regulador Comunal (PRC) que evite tales aberraciones urbanas. También del Ministerio de Vivienda y Urbanismo que no cuenta con los instrumentos que le permitan actuar tan rápido como el mercado. Si Estación Central contara con un PRC actualizado y el Ministerio con la capacidad de actuar nada de esto habría ocurrido. El persistente descuido, incapacidad y lentitud sólo significa una cosa: autoridades negligentes.

No obstante somos los ciudadanos quienes damos poder a las autoridades y quienes consumimos productos inmobiliarios. Una ciudadanía desinformada no será capaz de contribuir ni exigir su derecho a una ciudad y vivienda dignas.

Por lo tanto, la hiperdensificación de la comuna de Estación Central es responsabilidad de todos, de los mercenarios, los usureros, los negligentes y los desinformados, cada quien con certeza puede hacer propio alguno de estos calificativos. Si no comenzamos por nosotros mismos difícilmente podremos mejorar nuestras ciudades.

 

 

Texto y fotografías: Juan Pablo Urrutia, Secretario General del Colegio de Arquitectos y Académico FAU Universidad de Chile.

Publicado en Plataforma Arquitectura, Plataforma Urbana y La Tercera.