La Delegación Zonal Aconcagua tuvo su primera asamblea y eligió directiva

El pasado viernes 26 de abril se realizó en Los Andes, la primera asamblea de la nueva Delegación Zonal Aconcagua del Colegio de Arquitectos de Chile, que reúne a arquitectos de San Felipe y Los Andes.

En la instancia, que contó con la participación del Presidente Nacional del Colegio de Arquitectos de Chile, Humberto Eliash, y el Vicepresidente de Asuntos Internos, Javier Contreras, se eligió la primera directiva de la naciente DZ, que quedó compuesta de la siguiente manera:

 

Presidente: Felipe Barrios

Secretario: Nicolás Jiménez

Tesorero: Rodrigo Meruane

 

 

Así, la nueva DZ Aconcagua se suma a las otras 18 Delegaciones Zonales activas del Colegio de Arquitectos de Chile: Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Coquimbo, San Antonio, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble, Los Ángeles, Concepción, Araucanía, Los Ríos, Osorno, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes.

Acá, el Presidente de la DZ Aconcagua, Felipe Barrios, entrega sus primeras impresiones luego de la asamblea de la naciente Delegación Zonal:

 

—¿Cuáles son tus sensaciones y qué impresión te dejó la primera asamblea de la DZ Aconcagua?

—La reunión fue muy amena, muy dinámica. Se tocaron varios temas y, obviamente, potenció mucho la reunión la presencia de Humberto Eliash. Sin él no habría sido lo mismo. Se tocaron varios temas referidos a la ética profesional, de contingencia en la zona de Aconcagua, temas patrimoniales, cómo marcar más presencia desde el punto de vista de la arquitectura y urbanismo, relación con la Dirección de Obras. También, temas que le competen al arquitecto ante el desarrollo inmobiliario potente que está viviendo Los Andes y San Felipe, que están cambiando fuertemente.

 

—¿Cuáles son los desafíos a corto y largo plazo de la nueva DZ Aconcagua?

—Son varios. Primero, definir algunos temas más básicos como el lugar de reunión, si habrá alternancia entre Los Andes y San Felipe, cosas de ese tipo que las vamos a definir en la próxima reunión, las cuales se realizarán los últimos martes de cada mes. Tal vez pedirle a Bienes Nacionales alguna casa que esté en desuso, aplicar ahí algún proyecto de rehabilitación. Tenemos varias casas patrimoniales abandonadas, así que por ahí puede surgir alguna corriente de trabajo. Los desafíos son obviamente lograr articular bien este distrito y ser un aporte frente a los temas que vemos que están afectando al país completo. Una de las conclusiones a las que he llegado a través de la reflexión de la reunión es que los arquitectos hemos sido relegados a un segundo plano ante lo avasallador de los gestores inmobiliarios.

 

—¿En qué se ha convertido el arquitecto?

—En una mera herramienta. No como antes, a mediados del siglo XX, donde el arquitecto realmente era protagonista de la historia de la ciudad. Hoy las inmobiliarias parecen más protagonistas, el espacio público por lo mismo está en crisis. Todo lo público. Y ahí nosotros tenemos mucho que decir al respecto. Sobre todo con edificios nuevos que están apareciendo acá, en estas provincias, que son pujantes, que son emergentes. Finalmente están dejando de ser pequeñas ciudades para ser ciudades de escala intermedia. Y ahí tenemos mucho que decir y aportar, con respecto a los proyectos y hacia dónde deberíamos llevar las ciudades para no perder los atributos y condiciones que tienen Los Andes y San Felipe.

 

—¿Cómo tomas el desafío de ser el Presidente de una nueva Delegación Zonal?

—De partida, orgulloso por la institución, por poder representar a este distrito biprovincial, por la calidad de sus profesionales, por la gente que asistió a la reunión. Poder estar ahí, liderando, para mí es muy satisfactorio y me llena de energía para poder hacer algo por el bien del gremio, de la arquitectura. Soy un convencido de lo que te decía recién: el arquitecto tiene que estar más activo. También me dan ganas de que el Colegio de Arquitectos potencie de alguna manera nuestra figura porque el arquitecto no participa mucho en política y ahí tenemos una falencia, hemos estado al debe. Necesitamos tener más arquitectos activos políticamente, necesitamos estar más presentes. Desde acá impulsar iniciativas que logren catapultar algunas ideas.