El sueño de la casa propia constituye uno de los pilares fundamentales de la política habitacional chilena, sin embargo, hay otras opciones para proveer de viviendas más allá de las entregadas por el mercado inmobiliario, alternativas que responden a la cada vez más urgente necesidad de enfrentar la escasez de suelos bien localizados, así como la vulnerabilidad social y espacial de algunos territorios.
Todo esto nos obliga a buscar nuevas formas de provisión y tenencia de vivienda social. En este sentido, la iniciativa de inmobiliaria popular promovida por el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, así como la experiencia del programa piloto Revive Barrios de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, SUBDERE, y del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en la Municipalidad de Santiago –proyecto actualmente en curso-, constituyen una primera respuesta a la modificación y expansión del subsidio al arriendo, política impulsada durante el gobierno saliente que se constituye como una real alternativa para dar solución al tema habitacional más allá de la adquisición de un inmuebles.
Qué perspectivas y desafíos implica la idea de una política de arriendo social en Chile, y cómo el Estado recupera sus capacidades para diseñar y construir vivienda social, es decir, de gestión inmobiliaria pública, son algunas de las preguntas que desata el debate de la inmobiliaria popular que se abordará en el diálogo abierto Perspectivas y desafíos de una inmobiliaria popular en Chile.