Paula Galindo: detrás del museo regional más grande de Chile

La arquitecta, Vicepresidenta de la Delegación Aysén, trabaja en la construcción y restauración del Museo Regional de Aysén, que se espera esté concluido en octubre de 2017, para ser inaugurado.

Lee el artículo publicado por El Diario de Aysén.

 

El Museo Regional más grande de Chile

*El presente y el pasado se observan en los trabajos de construcción y restauración realizados en esta obra emblemática.

*Gustavo Saldivia fue nombrado director del MRA.

Por Pamela Díaz Baca

La Región de Aysén, en el 2017 podrá dar el vamos a un gran hito, pues cada vez queda menos para que las instalaciones del Museo Regional estén totalmente culminadas y entregadas, dando paso a todo el meticuloso trabajo de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, en la estructuración de tan majestuosa obra, que en propias palabras del director nacional de la Dibam, Ángel Cabeza: “Es el museo regional más grande de Chile”.

Con un 89% de obras en construcción, el Museo Regional de Aysén, MRA, nace por la iniciativa del “Programa Para la Puesta en Valor del Patrimonio” que desarrolla el Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Arquitectura, junto a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE) y el Gobierno Regional de Aysén. Sin duda un anhelo que los ayseninos han tenido por años, pero que cada vez se hace más pronta la oportunidad de saldar la cuenta con esta región que tiene la necesidad de almacenar tanta historia en un lugar apropiado.

Entre la modernidad y la historia

El MRA, se perfila como el primer museo del siglo XXI, implementado desde cero, lo que llevó a plantear un desafío de cómo sostener la idea de vinculación de un espacio tan importante, y mantenerse permanentemente amigable con los habitantes de la región y visitantes. En ese sentido es que se determinó que la creación de un edificio para el MRA, esté en un área libre, tipo parque, en donde no sólo los interesados vean vitrinas, sino por medio de la interacción con la propuesta de espacios, lleguen a interiorizarse con la historia regional. El Sector de la Escuela Agrícola, se convirtió en idóneo por albergar construcciones que guardan más que una anécdota del pasado.

La importancia de la instalación de un Museo Regional en el sector alto de la ciudad, no es sólo una coincidencia, pues en ese lugar se encuentran las primeras edificaciones de Coyhaique, que pertenecieron a la Sociedad Industrial de Aysén, SIA, primeras construcciones habitadas en el territorio de la capital regional.

Las 6 edificaciones de la SIA: Monumentos Históricos

Nuestra región, tras ser explorada por Enrique Simpson y Hans Steffen, se determinó que era una zona con mucho potencial para la explotación ganadera, pero en la primera década de los años 90 no existía una ciudad propiamente dicha, es entonces que se creó la SIA, con capitales magallánicos, empresa que logró arrendar las tierras de los valles de Ñirehuao, Coyhaique y Mañihuales; con el compromiso de realizar trabajos, establecer caminos y sacar la producción por el Pacífico, esta sociedad ya se encontraba en producción en 1914.

Al establecerse en Coyhaique, la SIA, tuvo que construir casas, una pulpería, cocina de peones y otras edificaciones que a pesar de los más de 100 años, -y la falta de cuidado-, algunas han logrado mantenerse en pie (incluso, antes de determinarse su restauración para ser parte del MRA, había personas viviendo en el lugar).

El importante trabajo de Restauración

Todo el espacio que concierne al MRA, se divide en 4 polígonos, de los cuales el primero de ellos alberga un conjunto de cinco inmuebles: Casa del contador, almacén, oficina del administrador, bodega y pulpería. En tanto, el polígono II, alberga la cocina de peones, situándose en el área de las instalaciones de ganadería, en este lugar es que estará instalado el MRA, edificación totalmente nueva que armonizará la visual junto al área restaurada.

“La restauración de estas casas, nace como una necesidad de tener un espacio para albergar lo que es el MRA, además de que fueron declaradas Monumentos Nacionales”, señaló Paula Galindo, arquitecto de restauración de la empresa LyD, empresa que se adjudicó el proyecto para la ejecución de la construcción y restauración.

En el polígono I, está la mayoría de las casas restauradas. “Se encuentra la pulpería, que es el primer edificio que se ve junto a la carretera, es completamente de madera y albergará todo lo concerniente a la SIA, además hay tres casas de madera en las que se establecerán oficinas, sala de reuniones y espacio para talleres, el quinto edificio es de ladrillo, antiguamente era la bodega de fertilizantes, ahora será una sala multiusos para exposiciones, y en el polígono II, está la cocina de peones o conocida como la casa de piedra, que ahora será un restaurant moderno”, indicó Galindo.

Un primer encuentro con el pasado

La profesional en restauración nos contó que el realizar este tipo de trabajos es todo un desafío, pues existe un compromiso de no romper un esquema que la edificación ya presenta, “el restaurar es un trabajo mucho más complicado, pues hay que hacer limpieza de cada una de las piezas, ver si van a poder ser reutilizadas, tener mucho cuidado de no dañar algo que pertenece a la historia de esta ciudad es una responsabilidad muy grande”, es por ello que lo bello de este trabajo es ver un contraste entre el pasado y el presente, algo que se puede apreciar muy bien en puertas, paredes y tejas de cada una de las casas.

Además, la obtención de herramientas en la región también fue uno de los desafíos a los que se enfrentó Tim Druet´t, un británico experto en restauración que lleva más de una década viviendo aquí, “yo me encargué de restaurar todas las puertas y ventanas de las 6 edificaciones. Para mí es un privilegio, el ser un aporte en restaurar este patrimonio, que va a ser súper importante para la región en cuanto a estudios, investigación, turismo también. No fue muy complejo, sólo que hay herramientas que aquí no se encuentran y yo las traje de Inglaterra, tuve que restaurar en mi taller. Finalmente, estamos muy contentos con el resultado”.

De igual forma, se tuvo que realizar un trabajo de limpieza en el lugar, pues el proyecto estipula la creación de espacios para transitar, luminaria, bancas, etc. además de la construcción de baños públicos, algo que es necesario en un museo.

“Este es un proyecto emblemático para toda la empresa, pues es la primera vez que desarrollan un  proyecto de restauración, en donde hemos ido aprendiendo mutuamente todo el proceso, desde sacar una madera con mucho cuidado, clasificarla y limpiarla, y hacer todo un proceso para restituirla y que estén los edificios como se ven ahora”, acotó Paula Galindo, quien también resaltó el hecho de que cada uno de los trabajadores, han logrado a comprender la importancia de la obra que están construyendo, no siendo un trabajo más, sino algo que es parte de la historia de su región.

Trabajo de la Dibam

Tras la espera para la entrega de las construcciones en el mes de octubre, la Dibam ya se encuentra trabajando en lo que vendrá a ser el contenido de la exhibición de este recinto. Como primer paso ya se dio a conocer al director del MRA, Gustavo Saldivia, quien ya tiene un gran desafío para la esquematización de una muestra permanente, teniendo siempre presente el territorio del que es parte.

“Este es el museo que se instala en un diálogo con el territorio y la infraestructura histórica, además restaura, recicla y rehabilita”, indicó Ángel Cabeza, director nacional de Dibam, quien presentó este miércoles al profesional que asume el cargo de director del MRA, Gustavo Saldivia Pérez, quien señaló que los ejes de este museo “son principalmente el lado humanístico y científico, la relación con el patrimonio y el territorio, pues este museo más que pensado en el turista, está pensado en el aysenino y la persona que vino a vivir aquí a la región”, finalizó.

Además, relevó el hecho de que este museo va a reconectar a la gente de cada una de las localidades y que son parte de la historia regional, con el intento de no centralizar todo en Coyhaique, pues también existirá la posibilidad de lograr itinerancias, exhibiciones y demás interacciones que permitan a la gente que está lejos, acercarse a algo que han soñado años y que es suyo. Otro punto importante es que se está invitando a las personas que tengan artículos que consideren de valor histórico, a que se acerquen a las oficinas de la Dibam para solicitar la opción de donarlas al museo.

Finalmente, soltando al aire otra gran preocupación y deuda, Ángel Cabeza dijo: “Necesitamos construir el Archivo Regional de Aysén”.

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