La importancia del Premio Ensamble en Chiloé

El Vicepresidente de Asuntos Externos del Colegio de Arquitectos redactó una carta para el diario La Estrella de Chiloé (ver), explicando la importancia y el sentido del Premio Ensamble, que organiza la Delegación Chiloé del Colegio de Arquitectos y este año, durante la última semana de febrero, le será otorgado a los arquitectos del Taller Puertazul.

A continuación la carta, publicada el día martes 23 de febrero de 2016:

Arquitectura chilota

Durante el último fin de semana de febrero el Colegio de Arquitectos de Chiloé ha convocado a la comunidad chilota a la celebración de diversos encuentros y entrega de premios anuales: charla del taller Puertazul, ceremonia de entrega del Premio Ensamble 2015 y work shop “Espacio público para los palafitos de Castro”, en un llamado público para festejar esa extraordinaria tradición constructora de buenas ideas y grandes obras del Archipiélago.

Así como los buenos edificios, las buenas ideas son su preámbulo, el requisito que antecede un consenso para la transformación, encausadas en lo que habitualmente queremos llamar progreso, pero que se diferencia completamente del crecimiento sin contenido o del desarrollo para algunos pocos.

En un contexto territorial donde la equidad se ha hecho necesidad urgente, los edificios bien comprendidos en el conjunto urbano y que se proponen instalar el interés público por sobre el particular van poniendo en segundo plano el resultado estético para imponer el valor ético del acto creativo, bien diseñado y mejor emplazado, que construye espacio y memoria colectiva, pero que más allá de lo material también es capaz de elevar la calidad de las relaciones entre las personas que comparten su lugar.

Chiloé, entonces, en su especial condición aislada y receptora de aventurados inmigrantes, es adaptada una y otra vez, desde la validación permanente de la obra de sus antepasados, cuyos herederos terminan resguardando un patrimonio que se hace cada día, año y siglo más valioso.

Esa es la fiesta de estos días, la de permitirnos un nuevo espacio de reflexión para que el pasado sea proyectado, lanzado hacia las nuevas generaciones que querrán conocer sus basamentos, y así ser conscientes de todo lo que hemos construido tan cuidadosamente.

Que este “enjambre” de actividad arquitectónica insular logre entonces su objetivo: el de ensamblar a una sociedad con su espacio habitado, para reiniciar cada año la celebración de toda iniciativa creativa, que sale de lo cotidiano para construir un logro, el de alejarnos de la rutina y dejar de hacer las cosas como siempre.

Alberto Texido

Vicepresidente A.E

Colegio de Arquitectos de Chile