En septiembre de 2016 el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó la declaratoria de este complejo industrial en la Región de Los Ríos, un sistema hasta entonces inédito en la industria del carbón. La declaratoria de Monumento Nacional se oficializó por el decreto del Ministerio de Educación y fue publicada en el Diario oficial el 11 de abril recién pasado.
El complejo carbonífero fue pionero en la aplicación del procedimiento de origen alemán denominado Convertol, para aprovechar los carbones livianos; lo que lo convierte en uno de los proyectos energéticos de ingeniería, más ambiciosos de la época.
El conjunto es representativo, además, por la unión del desarrollo del ferrocarril en la región y la industria minera, dado que la estación de Máfil fue considerada una parada estratégica del troncal y un punto de carga de carbón de minas de diversos sectores de la comuna.
“El complejo fue estratégico, abordó el proceso completo de extracción del mineral, desde la bocamina hasta su salida hacia el río, además, se contextualiza en un territorio de importantes valores biológicos y culturales, remanentes de la selva Valdiviana, configurando un paisaje de relevancia histórica, que es importante preservar”, dijo Ángel Cabeza, vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales.
En términos arquitectónicos y constructivos, se erige como un hito dentro del paisaje, por su imponente volumen principal y por su materialidad, construcción en hormigón armado, nada común en ese contexto y época. La localidad de Pupunahue, donde se ubica la Carbonífera, se encuentra fuera del límite urbano de la comuna de Máfil.
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