Viviendas pasivas y la importancia de un mercado bien informado

A raíz del día internacional de puertas abiertas del Passivhaus [1], celebrado el día domingo 12 de noviembre, arquitectos del Comité de Sustentabilidad y Energía [2] del Colegio de Arquitectos participamos de una visita guiada a una vivienda construida con el estándar Passivhaus en Santiago. Este estándar busca reducir al mínimo la necesidad de climatización exigiendo, para la certificación de una edificación, una demanda máxima de energía de 15kWh/m2a para calefacción y para enfriamiento, un consumo máximo de energía primaria para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria y electricidad de 120kWh/m2a, un control de infiltraciones a través de la envolvente medido a través de un test de presurización y temperaturas superficiales interiores de la envolvente de mínimo 17°C en invierno, que involucra una la temperatura interior en general cercana a 20°C. Para cumplir con estos objetivos una edificación debe ser necesariamente diseñada con criterios bioclimáticos, poniendo gran atención a los principios del Passivhaus: ventilación mecánica con recuperación de calor del aire saliente, alto grado de aislamiento térmico de la envolvente libre de puentes térmicos, aprovechamiento y/o protección de la radiación solar incidente y hermeticidad de la envolvente.

A pesar de la oscilación térmica en Farellones durante el año, el interior de esta vivienda se mantiene dentro de un rango de temperaturas confortables entre los 17°C y 22°C. Sin necesidad de abrir las ventanas, un sistema de ventilación con recuperación de calor mantiene una alta calidad del aire interior en todos los espacios. A modo de respaldo para los días más fríos se utiliza un sistema de piso radiante eléctrico. En la cubierta, paneles solares son usados para calentar el agua y paneles fotovoltaicos cubren en un 100% la demanda energética neta anual de la vivienda. Al interior de la vivienda una pantalla ubicada en la entrada exhibe, a través de gráficos actualizados en tiempo real, el consumo energético, la generación de energía conseguida por los paneles fotovoltaicos y el balance energético registrado durante los dos años de operación que lleva la vivienda. Todos estos datos son accesibles además desde un Tablet que el propietario muestra con entusiasmo.

Para construir una vivienda de este estándar es por supuesto fundamental contar con profesionales calificados en diseño arquitectónico pasivo, capacitados para distinguir el impacto térmico y energético de las decisiones de diseño y competentes al incorporar de manera integral las estrategias de sustentabilidad más adecuadas para los objetivos buscados. Sin embargo hay un aspecto que es tan relevante como el anterior, que queda en evidencia durante la visita, y se relaciona con las condiciones de las cuales surge una vivienda de este tipo. Los dueños de casa, personas informadas y conscientes en temas ambientales, deseaban una vivienda de alto estándar de eficiencia, mínimo impacto ambiental y capaz de producir la energía que sería consumida. Fue así que buscaron al Arquitecto Marcelo Huenchuñir [3] para orientarlos sobre la forma más apropiada de concretar esta intención. Ahora bien, todo Arquitecto sabe que este es un cliente excepcional, puesto que la gran mayoría de los propietarios, quienes construyen y/o adquieren una vivienda, carecen de educación en temas ambientales y de una preocupación efectiva por los impactos ambientales de su estilo de vida.

La persona que adquiere una vivienda en Chile es por lo general un comprador desinformado. El estudio financiado por CORFO “Experiencia de compra de una vivienda desde la perspectiva de la demanda” -en la línea de uno de sus programas estratégicos Programa de Innovación en Construcción Sustentable-  estudió el proceso de compra de una vivienda y la relevancia entregada a la sustentabilidad durante este proceso. De acuerdo a los resultados obtenidos, se concluyó que la sustentabilidad es un atributo de baja relevancia en la decisión de compra de una vivienda, y que existe desconocimiento tanto de lo que involucra el concepto de sustentabilidad como del valor que sus atributos constitutivos pueden llegar a tener en términos de economía y calidad de vida. Si la falta de interés por la sustentabilidad es consecuencia del desconocimiento respecto del valor que este atributo puede ofrecer a una vivienda, entonces la educación del potencial comprador es un elemento que afecta la calidad del entorno construido. Por esto, la reducción de esta gran brecha informativa es un desafío que debe ser abordado con el fin de fomentar y acelerar la transformación del mercado de la construcción hacia uno más sustentable.

Según el estudio mencionado, la valorización de un atributo, expresada en la disposición de pago, está relacionada a beneficios tangibles y directos. Si se considera lo anterior y se observa la forma en que por lo general se presentan los atributos de sustentabilidad en la oferta inmobiliaria, expresados en elementos individuales como “doble vidriado en ventanas” o “colectores solares térmicos”, entonces hace sentido la pérdida de relevancia que han sufrido estos atributos en el discurso inmobiliario en los últimos años. La investigación realizada por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) entre 2012 y 2016 observó esta pérdida de importancia de la sustentabilidad en la publicidad inmobiliaria en Santiago y determinó, como una de sus principales razones, la masificación y uniformidad de estos atributos, que al uniformarse ya no ejercen un efecto diferenciador [4]. En el contexto de una reglamentación poco exigente, y de usuarios que no comprenden con claridad el significado y los beneficios de los atributos de sustentabilidad promocionados, es fácil que el mercado caiga en prácticas de “greenwashing” a través de la incorporación de mejoras parciales y poco sustanciales. En este sentido, el atributo de “certificación” es aparentemente el único que podría ser aún usado eficazmente frente a la asimetría de información entre consumidores y desarrolladores inmobiliarios.

Así como el mejoramiento de los estándares exigidos a las viviendas y la implementación de una certificación específica impulsarían el desarrollo de un mercado de mayor calidad y eficiencia, una correcta comunicación de los atributos de desempeño de una edificación sumado a la educación del usuario, son elementos esenciales para conseguir ese objetivo. Sería interesante que los compradores de viviendas comenzaran a preguntar a los desarrolladores, por ejemplo, ¿Cuál es el gasto proyectado en calefacción? ¿Cuáles son las temperaturas que se proyectan para el verano? ¿Cuál es la huella de carbono incorporada en la vivienda o cuáles son los estándares de sanidad de los revestimientos utilizados? El propietario de esta vivienda pasiva tiene claridad con respecto al problema de la desinformación del consumidor común, y recalca por ello la importancia de la pantalla instalada en la entrada de su hogar como un elemento educativo, instalado estratégicamente para que a diario sus hijos, y todo quien le visite, tomen conciencia del impacto ambiental que significa una vivienda.

 

Biserka Veloso

Arquitecto PUC, LEED®AP BD+C, Asesor CES

Secretaria Comité de Sustentabilidad y Energía | Colegio de Arquitectos de Chile

Metabuild | Entorno Construido Sustentable

 

 

[1] El Passivhaus es un estándar alemán para la construcción de edificaciones sustentables originado en 1988 que se enfoca en la reducción de la demanda energética y en el aumento del confort térmico.

[2] El Comité de Sustentabilidad y Energía del Colegio de Arquitectos reúne a profesionales interesados en el desarrollo de edificaciones y ciudades sustentables, actuando como un ente de referencia frente al desarrollo de políticas públicas en el sector y desarrollando actividades de difusión para la promoción de un entorno construido más sustentable.

[3] Marcelo Huenchuñir. Arquitecto de la Universidad de Chile. Dr.-Ing. U Hannover, Alemania. Passivhausplaner, PHI Alemania. Arquiambiente Ltda.

[4] Fajardo, Daniel. (2017, junio 07). Atributos sustentables pierden importancia en la publicidad inmobiliaria de Santiago. Fuente http://www.pulso.cl/hub-sustenibilidad.