Como uno de los paisajistas más importantes de América Latina, Juan Grimm quien también es arquitecto, ha dejado su huella en alrededor de mil hectáreas de jardines, parques públicos y privados a lo largo de Chile, Argentina, Perú y Uruguay. Hoy, un cuidado libro nos presenta, por primera vez, su obra en profundidad, a través de más de 250 imágenes tomadas por el fotógrafo Renzo Delpino, además de planos, bosquejos de su puño y letra y un cuaderno de viaje en el que el paisajista relata su profunda relación con la naturaleza y con la creación de paisajes y jardines en base a la flora nativa y la realidad particular de cada lugar. El libro fue editado por Claudia Pertuzé, diseñado por Colomba Cruz, e incluye una presentación de Mathias Klotz, y textos de Aniket Bhagwat y Mitzi Rojas.
La publicación nos introduce en la obra de quien es considerado como el padre del paisajismo en Chile, relatando de primera mano cómo piensa y planea el paisajismo, sus fuentes de inspiración, propósito artístico, las historias detrás de cada uno de los proyectos y cómo han evolucionado en el tiempo. A través de dibujos y fotografías, el volumen presenta una selección de obras representativas, desde pequeños jardines hasta grandes parques que ilustran sus 30 años de trayectoria. Se reconoce, así, a una figura emblemática de la arquitectura del paisaje en Chile, campo que, junto a la arquitectura contemporánea, ha tenido un importante crecimiento en las últimas décadas en el país.
“En línea con nuestro compromiso de apoyar la difusión del patrimonio cultural chileno, especialmente a talentos destacados por sus trayectorias exitosas que traspasan fronteras, es que estamos orgullosos de haber participado en la creación de este libro, que ofrece la mirada más completa a los 30 años de carrera de Juan Grimm, artista chileno cuya influencia en el paisajismo latinoamericano es innegable”, dice Fernando Larraín Cruzat, Presidente Ejecutivo de LarrainVial.
Recuperar el infinito
Desde pequeño, el paisajista se fascinó con los espacios infinitos del cielo y el mar. Cuenta que cuando niño tuvo una pesadilla en la que un muro medianero se derrumbaba, y le permitía extender la vista hasta el mar y el horizonte. Sin embargo, momentos después, el muro se cerraba y solo quedaba un pequeño cerro de tierra con algunos cactus encima. Como telón de fondo se veía una muralla. Había desaparecido de golpe esa magnífica imagen del océano azul grisáceo y brillante: había desaparecido el infinito. Esta pesadilla dejó una impresión duradera en él: “Hoy me asombro de lo que sucedía en ese sueño, debido al fuerte vínculo que tiene con algunos conceptos que, años más tarde, serían fundamentales al momento de estructurar un jardín”
“Está su historia como paisajista, su incansable preocupación por conservar y recuperar los paisajes de Chile; está su genuina contribución a la arquitectura y a la sociedad. Está su sueño hecho realidad”, dice en el prólogo la editora, Claudia Pertuzé.
Sus creaciones destacan por el gran dominio de la naturaleza en sus diversas escalas, enfatizando su carácter sublime, siempre incorporando el entorno en sus diseños. A través del uso mayoritario de flora nativa del lugar, Grimm crea sobrecogedoras texturas en el paisaje.
“El jardín debe seducir al espectador y transportarlo a un mundo donde el goce por la naturaleza estimule la libertad personal”, dice Juan Grimm. Y así lo reafirma Claudia Pertuzé: “Lo suyo es crear atmósferas, jugar con las luces y sombras del lugar, armar rincones íntimos y misteriosos, incluir plantas nativas y exóticas, invitar, dejarse sorprender. Cada una de sus obras es un cuento que quiere ser leído”.
Juan Grimm