Los sitios de conciencia y memoria existentes en todo el mundo son iniciativas que buscan activar el poder de dichos lugares para motivar a los visitantes a conectarse con el pasado y el presente, junto con visualizar y darle forma a un futuro más justo y humano. En Chile todas las personas, sin distinción, pueden exigir al Estado que garantice los derechos establecidos constitucionalmente; especialmente cuando el mismo Estado ha sido el causante de crímenes de lesa humanidad contra ciudadanos, totalmente comprobados.
En el Artículo 1° de la Constitución Política, entre los Deberes y Obligaciones del Estado, se establece: Cit.…”El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece. Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional”.
En consecuencia, es de justicia y obligación del Estado otorgar a los familiares y víctimas de estos crímenes todos los medios y mecanismos a su alcance para establecer la verdad de lo sucedido en cada caso y entregar la protección necesaria a quienes lograron subsistir, sin omitir que es imprescindible honrar la memoria de las víctimas, permitiendo que los ciudadanos conozcan la historia real, las circunstancias y los lugares donde ocurrieron estos hechos, sitios que deben constituirse en espacios públicos para la permanencia activa de la memoria ciudadana.
Los profesionales Santiago Esteban Nattino Allende, pintor y miembro de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH), Manuel Leonidas Guerrero Ceballos, profesor y dirigente de la AGECH, y José Manuel Parada Maluenda, sociólogo y funcionario de la Vicaría de la Solidaridad; fueron secuestrados a fines de marzo de 1985 por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR).
Nattino fue abordado el 28 de marzo, en la esquina de avenida Apoquindo con Badajoz, mientras que Guerrero y Parada fueron secuestrados el 29 desde las puertas del Colegio Latinoamericano de Integración en avenida Los Leones esquina El Vergel. Los cuerpos de los profesionales fueron encontrados degollados y con signos de tortura el 30 de marzo, camino a Quilicura, frente al fundo El Retiro cerca del aeropuerto Pudahuel.
El Colegio Latinoamericano de Integración fue demolido y en ese terreno se construyó un edificio residencial. Sin embargo, se ha conservado un bandejón como Bien Nacional de Uso Público en el lugar donde se encontraba la fachada de acceso al Colegio.
Desde 1985 a la fecha, cada 29 de marzo la comunidad se reúne en la esquina de Av. Los Leones con calle El Vergel, realizando velatones y actos conmemorativos frente al colegio (cuando aún existía) y posteriormente en el bandejón mencionado. En cada uno de estos encuentros se congregan personas de todas las edades y diversas ideologías, unidas por el afán de recordar a los ausentes y renovar el compromiso con una cultura de respeto a los derechos humanos. El profundo impacto que estos crímenes de lesa humanidad tuvieron en la sociedad chilena, convirtió a esta esquina en un lugar de recuerdo y homenaje a las víctimas por parte de familiares, amigos y ciudadanía en general.
La Memoria debe salvaguardarse y darse a conocer, para que no se olvide que en Chile durante 16 años operaron en total impunidad Organismos del Estado, secuestrando, asesinando, torturando, encarcelando y haciendo desaparecer sin justificación alguna a miles de chilenos. Es fundamental, preservar los sitios de memoria, para que las nuevas generaciones adquieran conciencia sobre la gravedad de lo sucedido, hechos de gran sufrimiento para tantos chilenos. Marcar los lugares donde éstos ocurrieron, ayudará a no olvidar a quienes fueron violentados y a no permitir que se repita el horror vivido.
El Comité de Derechos Humanos y Ciudadanos del Colegio de Arquitectos de Chile da su total apoyo a la iniciativa de crear un sitio cultural de Memoria en el bandejón ubicado en la esquina de Av. Los Leones y calle El Vergel, atendiendo a la propuesta presentada por la I. Municipalidad de Providencia, que consiste en una intervención mínima del espacio, tratado con gran delicadeza y sobriedad, utilizando materiales nobles, no provocando conflictos con el flujo peatonal ni en los accesos.
Consideramos que la I. Municipalidad de Providencia como representante del Estado Chileno debe atender la petición de los familiares, amigos y agrupaciones de Derechos Humanos y poner a su disposición los Bienes Nacionales de Uso Público donde tales actos se cometieron, para realizar en ellos homenajes y actos culturales, como asimismo marcarlos, a objeto de quien pase por ese lugar pueda conocer lo que allí sucedió.
Cecilia Dinamarca Silva
Presidenta