Discurso Inaugural XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo (27.10.2017)

Buenas tardes.

Estimado Sr. Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga; Ministro de la Cultura y las Artes, Ernesto Ottone; Senador Ignacio Walker, Presidente de la Comisión de Infraestructura; Intendente Gabriel Aldoney; al Parque Cultural de Valparaiso por recibirnos; Sra. Claudia Silva, Directora Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas; Presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani; representantes de instituciones públicas nacionales, regionales y comunales, a los servicios del Estado, a los embajadores y cónsules, al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a las empresas patrocinadoras y organizaciones ciudadanas, a la Asociación de Oficinas de Arquitectura y a la Red de Escuelas y sus Decanos, por su apoyo; a los ciudadanos presentes: a cada uno de los consensos y voluntades que nos permiten estar hoy día iniciando esta Vigésima Bienal, que celebra cuarenta años de constancia, desde nuestro Colegio de Arquitectos saludamos con enorme ilusión y agradecimiento, por segunda vez en Valparaiso, a todos los entusiastas de la Arquitectura que se encuentran aquí y dan sentido a este acto inaugural.

En nombre del Directorio Nacional del Colegio de Arquitectos de Chile, sus Comités, Delegaciones Zonales y la de Valparaiso que nos recibe, se abren al público estos diálogos impostergables, para tratar sobre la identidad y el futuro, sobre nuestra manera de diseñar y construir entornos, de convivir en el territorio y confrontar en el marco de intercambiar más y mejores ideas, las proposiciones y sueños sobre la mejora permanente de nuestra calidad de vida.

Dice un viejo proverbio oriental que hay dos buenos momentos para plantar un árbol, hace veinte años  y ahora mismo. Nuestra Bienal, la primera de Sudamérica cumple cuatro décadas y recibimos su sombras, también sus frutos para reconocerlos y plantarlos otra vez, en el incesante proceso de cuestionarnos como ser parte activa y útil en la construcción adecuada de los espacios de la ciudad y la sociedad.

Con un gran despliegue del Equipo Curatorial, claro en su propósito, una labor cargada de creatividad, y en un contexto global de importantes logros para la arquitectura nacional, coronadas por el reconocimiento internacional al trabajo de Alejandro Aravena y el grupo Elemental, y nuestro Premio Nacional Edward Rojas con su trabajo notable con las maderas remotas y chilotas, se nos presentan aún tantos asuntos pendientes sobre nuestra vida en común, con acciones y obras desde y hacia lo colectivo, y con ciudades que, si somos optimistas, aún no han logrado liderar algún ranking global.

¿Será un trabajo multidisciplinar y este el lugar y momento uno para acércanos a esa ciudad más integrada, equitativa y sostenible? Eso esperamos, deseamos y pretendemos.

Como hemos dicho, la técnica que aprendemos, practicamos e intercambiamos, se reivindica necesariamente esta vez, más allá de lo estético, hacia el tan pertinente debate ético, para resolver nuestra convivencia, comprendiendo que lo que nos ocurre en esta bahía, región y país se condice con diversas problemáticas globales, de adaptarnos al cambio climático, cubrir nuestras brechas urbanas, reconocer el valor de nuestro patrimonio histórico y natural, comprender los procesos migratorios, en fin, de lograr ser capaces todos de habitar donde normamos, de vivir donde diseñamos o de coexistir donde invertimos.

¿Será posible entonces que la eficiencia, la confianza o el hacernos parte, puedan ser postergados? Por el contrario, al momento de proyectar son y serán los componentes del equilibrio complejo entre calidad y productividad, entre calidad y rentabilidad, entre la economía que -diremos-, vamos a desarrollar en conjunto con el reconocimiento adecuado de nuestro diverso entorno.

Cabe decir algo más entonces: que en este acto de inauguración, fortalecemos y dignificamos a un gremio organizado, representado y decidido al esfuerzo de visibilizar sus requerimientos, exigir la calidad de resultados y comprender que no hay manera de trabajar por todos si no es con la voluntad de pertenencia: este es el espacio ofrecido desde y por nuestro Colegio de Arquitectos.

Con esfuerzo de muchos, hemos llegado a la creación colectiva de este espacio de reflexión, escaso y necesario, sobre lo que hemos hecho, de celebrar nuestros logros pero también de establecer a través del diálogo las posibilidades de corregir los desaciertos.

¿Mas proyecto? ¡Más mejores proyectos!

Esperamos que esta Bienal de Arquitectura y Urbanismo nos de la oportunidad de esa mejor arquitectura privada y desde el Estado que necesitamos, de la planificación pública y los procedimientos de participación que se nos hacen urgentes, para ser felices, como dice Alfredo Jaar, y es finalmente sobre eso, lo que nos propusimos aportar.

 

 

Alberto Texido Zlatar

Presidente Nacional

Colegio de Arquitectos de Chile