El lunes 4 de abril fue un día esperado por muchos. El Premio Pritzker realizó su ceremonia anual premiando en esta ocasión al chileno Alejandro Aravena, quien además dirige la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016.
La ceremonia fue transmitida en vivo y en directo desde la Sede de la ONU en Nueva York, a las 20:30 hora local de Chile, en la página de la ONU. Con un emotivo discurso, Aravena recibió el Premio, en una ceremonia a puertas cerradas, en la sede de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Lo acompañó su familia, un selecto grupo de invitados (entre ellos el arquitectos Jean Nouvel; el presidente de CorpGroup, Alvaro Saieh; el artista Iván Navarro, y Francisco del Campo, cónsul chileno), y por supuesto sus socios de la oficina Elemental, formada en 2001, que combina la construcción de edificios de gran impacto internacional como el Centro de Innovación UC, con proyectos de compromiso cívico, como el Parque de la Infancia o su serie de viviendas sociales levantadas a lo largo de Chile.
Justamente es esa faceta social la que más ha impactado a sus colegas extranjeros. La ceremonia de anoche partió con un saludo grabado de Ban Ki Moon, secretario de la ONU, siguió con un discurso de Peter Palumbo, presidente del premio, quien aprovechó el momento para despedirse del cargo (será sucedido por Glenn Murcutt) y unas palabras de Tom Pritzker.
Aravena, director de la Bienal de Venecia 2016, subió al estrado y dio un discurso donde recordó el momento en que conoció la noticia. “Al recibir la llamada pensé que era otro problema con la bienal y al darme cuenta que era el premio Pritzker me puse a llorar”, dijo emocionado. “Solo siento gratitud si veo hacia atrás, libertad si veo al futuro, felicidad si veo el presente”, agregó.
Aravena se dio el tiempo para agradecer a su equipo, “quienes son tan ganadores como yo de este premio”, y nombró a Gonzalo Arteaga, Juan Cerda, Victor Oddó y Diego Torres.
El momento más emotivo fue cuando le habló a sus hijos: “Niños, ustedes me enseñan cada día a distinguir lo que importa y lo que no importa”, dijo, con la voz quebrada.
El premio, a cargo de la Fundación Hyatt de EEUU, consta de una medalla de bronce con las inscripciones: firmness (firmeza), commodity (utilidad) y delight (deleite), los tres principios fundamentales de la arquitectura según uno de sus padres, Vitruvio (firmitas, utilitas, venustas). El galardón ya ha sido recibido por arquitectos como el estadounidense Frank Ghery, el holandés Rem Koolkhaas y la iraquí Zaha Hadid, fallecida el pasado jueves, y a quien también se le homenajeó anoche.
El martes 5 de abril, la organización presenta el conversatorio Challenges Ahead for the Built Environment (Desafíos para el medio ambiente construido) a las 19:30 Chile. La actividad será moderada por Cathleen McGuigan y contará con la presencia del propio Alejandro Aravena, junto a Richard Meier, Glenn Murcutt, Jean Nouvel, Renzo Piano, Christian de Portzamparc, Richard Rogers y Wang Shu.
Me parece un premio desmedido y apresurado…, no se condice con una trayectoria realmente meritoria.