Conoce a las y los ganadores del concurso Artefactos del Paisaje

A fines de enero terminó el Concurso de arquitectura en madera Artefactos del Paisaje, iniciativa que invitaba a pensar y re-conocer la naturaleza como patrimonio, a través de intervenciones conscientes y de bajo impacto. Se llamó a proponer nuevas maneras de relacionarse con el territorio y sus aspectos naturales, buscando experiencias de pertenencia y conocimiento, por medio de espacios arquitectónicos que, a través de la innovación en el uso de la madera por medio del diseño, procuren valor sobre el material y su entorno.

Uno de los dos proyectos ganadores de la categoría Sub-40 surge de una caminata de más de 1.000 km hecha por uno de los miembros del equipo por la alta cordillera desde Radal Siete tazas hasta el volcán Puyehue, y el tercer lugar de la misma categoría nace de la urgencia de proteger y preservar un lugar sagrado de los mapuches ante la presión de una hidroeléctrica, para cuidar el lugar donde se siente los espíritus del bosque, las piedras, el viento y el cielo.

Organizado por Woodarch y con la participación del arquitecto Sergio Araneda, como Director del concurso, la iniciativa contó con un jurado compuesto por las arquitectas y arquitectos José Cruz (presidente), Carolina Catrón (Azocar Catrón), Jean Petitpas, Francisca Pulido, Rodrigo Sheward (Grupo Talca) y Paula Velasco, junto a Aaron Dorf de Snøhetta como miembro honorario internacional, y con el patrocinio del Colegio de Arquitectos de Chile, la AOA y el apoyo de CONAF, a través de un convenio que buscará la construcción de los artefactos ganadores en algunos Parques Nacionales de Chile.

La iniciativa permitió visibilizar lugares recónditos de Chile, como Lagunas Cotacotani, Parque Nacional Llullaillaco, Bofedal de Caquena, Parque geotérmico de Puchuldita, Isla Juan Fernández, Glaciar Universidad, Parque Nacional Alberto de Agostini, Dunas de Colún y la Confluencia del río Baker y río Neff, entre otros.

El primer lugar de la categoría Estudiantes recayó en el proyecto A-230, Recolector de ceniza volcánica, situado en Chaitén, de Josefa Martí, Francisco Valencia y Naregyadeth Muñoz, de la Universidad de Chile, cuyo profesor guía fue Miguel Casassus. El premio fue presentado por Aaron Dorf de Snøhetta, quien destacó que la forma en sí es una versión invertida de la fuente, es decir es un volcán invertido que recoge la ceniza, elogiando lo simple de la estructura. También les deseó que este premio sea un trampolín para una larga y exitosa carrera, en que sean capaces de resolver los desafíos de nuestros tiempos.

En la categoría Arquitectos Sub-40 se produjo un empate que le tomó horas al jurado para zanjar, por lo que se concluyó que ambos eran estrictamente ganadores. El proyecto SB-233, Parador del trashumante de ceniza, ubicado a los pies del volcán Descabezado, en la alta cordillera del Maule -de Sebastián Otayza, Gonzalo Quevedo, Pablo Camus y Martín Hurtado- y el proyecto SB-290, Escalómetro, en Alpehue- Melipeuco, conectado al glaciar de Sollipulli, de Víctor Hugo Mera.

 

José Cruz se refirió en detalle a la calidad de ambos proyectos, diciendo que con la utopía del acceso inmediato a través de internet a los estudiantes y profesionales jóvenes les cuesta parir una obra, es decir poder alumbrarla desde su propio origen, y que estos dos proyectos eran dos propuesta completas, desde el origen hasta el detalle.

El proyecto SB-233 tiene eso, que está parido desde la circunstancia y en la arquitectura la circunstancia crea forma. La circunstancia no es algo adherido a la obra, sino que es parte, que es capaz de originarla. Esta obra nace de la posibilidad de ser los elementos que la constituyen transportados. La madera se inventa en una forma constructiva que es posible de trasladar a lomo de mula que es el único transporte posible para llegar a este lugar tan remoto. Y tiene una originalidad, pero de una autenticidad que lo hace por así decirlo tan restado.

En el proyecto SB-290 hay un emplazamiento muy preciso, pudiendo hablarse de dos circunstancias al mismo tiempo. Árboles caídos y ríos encajonados con un borde abrupto. El proyecto toma estas circunstancias y las une para hacer habitable un borde, una orilla que no es la habitual. Y es bonito que las alturas que trata este proyecto estén nombradas. Normalmente las alturas son métricas o son números, pero aquí cada altura corresponde a algo, la altura del agua en invierno, la altura del agua en verano, la altura del suelo y la altura de los árboles renovales.

Los ganadores viajarán a Europa a visitar obras de Snøhetta en el paisaje, en Austria y Noruega.

Puedes revisar la galería completa de los proyectos en artefactosdelpaisaje.cl.

Ceremonia


Puedes revisar el video de la ceremonia de la premiación del concurso Artefactos del Paisaje a continuación: