Análisis urbanístico:
Los centros comerciales y su relación con la ciudad
Lo primero que habría que atender es la naturaleza de los tejidos urbanos y las formas de crecimiento donde estas edificaciones voluminosas se localizan, considerando la incidencia estructural en la ciudad.
Publicado: Viernes, 28 de Junio de 2013
Por José Rosas Vera. Profesor Titular FADEU/UC. Director del Centro de Patrimonio Universidad Católica.
Una creciente apelación a las dimensiones de identidad urbana, recuperación patrimonial y valoración del paisaje se ha instalado en este último tiempo en el imaginario colectivo de nuestras sociedades, cuestión que ha coincidido con los desarrollos del pensamiento urbano y con estrategias medioambientales de intervención contemporánea.
En efecto, en el panorama actual, la emergencia de una ciudadanía participativa, junto a nuevos procesos económicos y políticos, entre otros cambios, detonan no solo una reflexión crítica y nuevas miradas a las formas en que el territorio se ocupa y urbaniza, sino una necesidad de recuperar una visión pública de conjunto de la ciudad, frente a múltiples actuaciones particulares a escala local.
No parece casual, entonces, el debate producido en este último tiempo en torno a los conflictos que grandes superficies comerciales tienen en su encaje con lugares patrimoniales, donde los ejemplos más claros de estos “artefactos de la globalización”, al decir de De Mattos (1) , han sido la construcción del Mall de Castro en Chiloé y una posible nueva edificación comercial en Barón, Valparaíso.
De algún modo, podríamos afirmar que en la cultura urbana actual recién estamos tomando conciencia y haciéndonos cargo de las consecuencias de un desarrollo urbano derivado de un nuevo ciclo de modernización iniciado en los ochenta, que en el caso de los “shopping mall”, comienza en Santiago con la construcción del Parque Arauco, primer centro comercial, que bajo esta tipología, inaugura una nueva forma de consumo, que posteriormente se extiende en una variedad de estilos, formatos y soluciones a diversos espacios de la metrópoli y otras ciudades del país.
Bajo un discurso renovador del espacio urbano y la convicción de construir un lugar equivalente a la plaza, lo que ha quedado claro después de tres décadas, es que su propuesta no trata el espacio público, sino de un espacio colectivo privado, que garantiza orden y seguridad en el interior, pero que está desligado del trazado y sistemas tipológicos del contexto.
Atractivo urbano
Llegados a este punto hoy, y viendo las mutaciones que estas edificaciones registran en su permanente adaptación al mercado y sus usuarios, resulta improbable y equivocado, suponer su desaparición.
En este contexto, parece pertinente preguntarse sobre qué operaciones o estrategias de intervención ofrecen nuevas miradas sobre este fenómeno, permitiendo así, un giro disciplinar y profesional en el entendimiento del proyecto urbanístico y arquitectónico.
Lo primero que habría que atender es la naturaleza de los tejidos urbanos y las formas de crecimiento donde estas edificaciones voluminosas se localizan, considerando tanto la incidencia estructural en la ciudad, como los problemas de complejidad y escala que un artefacto así tiene en el entorno inmediato, y donde las relaciones de conectividad y enlace juegan un papel clave en la configuración del espacio público. El entendimiento diferencial de los tejidos centrales compactos y densos patrimonialmente de los suburbanos de carácter exclusivamente residencial o mixto y de baja densidad puede resultar efectivo para definir una estrategia de conjunto entre la forma del “mall” y el contexto, y agregarle valor a la realidad existente.
En segundo lugar, una sociedad urbana consciente de la inversión económica que significan estas construcciones, habitualmente trabajadas como recintos cerrados, no debiera escamotear su responsabilidad política para capitalizar urbanísticamente el sentido de oportunidad que ello conlleva en el área de actuación, promoviendo a nivel del suelo, espacios de relación y permeabilidad con los espacios urbanos perimetrales, consiguiendo así, no sólo una mayor integración y continuidad con las áreas adyacentes, sino que la exploración de nuevas formas de transición y secuencias de paisajes.
Finalmente, la dimensión de atractor urbano que aportan los “shopping mall”, no debiera ser visto desde la singularidad arquitectónica y autonomía del edificio en tanto fragmento, sino entendida como un programa de equipamiento a escala de la ciudad y lugar de nueva centralidad que atiende principalmente a una integración con otras funciones urbanas y distintas modalidades de accesibilidad y escalas de transporte.
(1) De Mattos, Carlos.”Santiago de Chile, globalización y expansión metropolitana: lo que existirá sigue existiendo” En Santiago en EURE. Huellas de una metamorfosis metropolitana. 1970/2000. de De Mattos, Figueroa, Bannen y Campos editores IEUT, Santiago.
Hola, me preocupa mucho la falta de participación de un comité importante de arquitectos en las municipalidades que asesoren y aprueben proyectos en lugares históricos de la ciudad, como sucede también con el mall del centro de concepción, que es horrible, es una falta de respeto a la ciudad, al palacio de justicia que está al lado, tiene una escalera ordinaria que sale a la arteria principal del centro que es O’Higgins, hasta un niño diseña mejor, quizás fue un constructor el diseñador. El tema importante es que debería haber un empoderamiento del colegio de arquitectos por supervisar, no puede venir cualquier inversionista ignorante a construir la porquería que se le ocurra en la ciudad, por favor hagamos algo. Soy profesora de arte y pienso que la estética es fundamental para crear algo juntos, debe haber armonía y respeto por el entorno, gracias saludos
Disculpa me falto agregar la cantidad indiscriminada de publicidad en las calles que afean toda la ciudad, enormes afiches publicitarios, algunos luminosos que afean todo, se debería prohibir y lo peor que parece que la
Municipalidad de concepción está aprobando este tipo de iniciativas comerciales porque se han instalado estructuras metálicas enormes para reponer la publicidad. No puede haber autoridades que tengan un perfil tan comercial, falta de gusto y de cultura como para no valorar el entorno o el paisaje que es lo más bonito que tiene concepción.