Declaración Pública de la Delegación Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile
La Delegación Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile manifiesta su opinión y preocupaciones en relación al proyecto de estacionamientos subterráneos bajo la Plaza de Armas de la ciudad de Castro, actualmente con evaluación rechazada por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
En relación a la posible afectación del proyecto en cuestión a la edificación “Iglesia San Francisco” de Castro, la que forma parte del Sitio de Patrimonio Mundial – 16 iglesias de Chiloé – y cuya declaratoria ha suscrito el estado chileno ante la UNESCO, podemos afirmar que tras revisión de los antecedentes disponibles, que fueran entregados al SEIA por parte de los patrocinadores del proyecto, nos encontramos con una presentación que adolece de los estudios suficientes y del rigor técnico que permita evaluar la efectiva protección al bien patrimonial.
Deficiencias en presentación:
Esto se evidencia tanto en los contenidos de los antecedentes como en su presentación, pues como ejemplo encontramos que en los planos no aparece dibujada la iglesia, salvo un achurado de ubicación, no se presentan cortes arquitectónicos ni constructivos que declaren la profundidad de excavación a realizar, ni aparece en los estudios un análisis de afectación a una estructura que difiere en su comportamiento a aquellas tradicionales que soportan su peso en cimientos sólidos y estructuralmente constituidos en el suelo portante.
Cabe recordar que, entre sus muchas particularidades estructurales, las iglesias de madera que forman parte del Sitio Patrimonio Mundial soportan su peso de manera simplemente apoyada sobre piedras posadas en el suelo.
Carencia de planes de prevención / mitigación / reparación:
Si bien encontramos declarado un compromiso de realizar un Plan de Monitoreo estructural de la Iglesia durante la fase de ejecución y operación del proyecto, no se considera en este un protocolo de acción en caso de que las faenas de construcción interfieran en la estabilidad del templo.
No existe un levantamiento crítico de la iglesia actualizado para determinar su estado de conservación, así como el estado de conservación de sus fundaciones o suelo en el cual se emplaza (el último fue hecho hace más de 8 años, por lo que estaría obsoleto). No declara en los antecedentes conocimiento de las variaciones en su capacidad portante y consolidación estructural, dada la alta presencia de xilófagos en su estructura, entre otras cosas.
En la primera fase, esto es, durante los trabajos de remoción de tierra adyacente y construcción, el monitoreo propuesto sólo establece control sobre las eventuales deformaciones, pero no define criterios para prevenir y evitar que estas se presenten. Opinamos que debería a lo menos contarse con una planificación de frecuencias, distanciamientos y precisión definidos, que garanticen la medición efectiva de los parámetros a controlar, y que permitan tomar acciones en forma oportuna si dichas mediciones arrojan resultados que den cuenta de un posible daño al edificio, en base a criterios establecidos a partir de levantamiento crítico.
Deficiencias en estudios preliminares y pertinentes
La mecánica de suelos determina una recomendación de separación con construcciones aledañas que según se declara en planos ubican a este templo en el límite de seguridad, esto sin haber considerado pesos o distribución de cargas (la torre de las iglesias es el lugar que concentra los mayores esfuerzos estructurales y el mayor peso de la edificación). Cabe señalar que los estudios presentados declaran que la intervención no es riesgosa sin aportar información suficiente (no declaran profundidad) ni asumen la particularidad especial de este edificio, que no se enmarca dentro de los estándares establecidos en las normas que puedan ser usadas como referente.
Existe un levantamiento de los componentes arqueológicos y paleontológicos del terreno, pero no existe un protocolo de acción en caso de hallazgos ni se determina el destino de las piezas.
No hay que olvidar que muchas de nuestras iglesias cuentan con sepultaciones de fieles, quienes se encuentran bajo sus estructuras de piso y entre apoyos. Los restos orgánicos en su proceso de descomposición y con los vacíos generados vuelven el terreno inestable, menos compacto, poco homogéneo, y de un comportamiento impredecible, lo que deteriora significativamente la calidad del terreno para fundaciones, y que muchas veces la presencia de estos componentes es causante de los asentamientos diferenciados en estas estructuras de madera, que se encuentran simplemente apoyadas sobre piedras. Los estudios geotécnicos consideran las cualidades y propiedades del suelo fuera del límite de la iglesia, lo cual no aplica para las condiciones dentro de los límites del templo.
Desde el punto de vista técnico, constructivo y a partir del último análisis de conservación de la edificación “Iglesia San Francisco”, consideramos que los antecedentes ingresados al SEIA con la propuesta que da cuenta del estudio de impacto ambiental, son insuficientes, y carentes en la consideración de las variables particulares de esta edificación. Además confirmamos que la ejecución de este proyecto somete el bien patrimonial a riesgos estructurales imprevisibles, sin aportar soluciones técnicas efectivas a la prevención de daños o afectaciones al Sitio Patrimonio Mundial.
Ausencia de consideraciones de responsabilidades de Estado
El Estado de Chile, solicitante de la declaratoria Sitio Patrimonio Mundial, ha suscrito ante la UNESCO el compromiso de resguardar su conservación y garantizar su protección ante eventuales riesgos o amenazas.
Es importante señalar que el Sitio Patrimonial está constituido por el conjunto de 16 iglesias y no como declaratoria individual a cada una de ellas, y nos encontramos actualmente dentro del plazo establecido por la comisión de monitoreo reactivo para evitar mayores perjuicios y mitigar los ya causados tras la construcción del edificio denominado “Mall de Castro”. Nos encontramos entonces, en caso de no evitar afectaciones y posibles daños a esta estructura, ante el grave riesgo de someternos, como estado, a la vergonzosa pérdida de la categoría Patrimonio Mundial.
Ausencia de análisis de contexto – planificación
Por otra parte, es importante señalar que si bien la urgencia y nuestra mayor preocupación como gremio profesional radican en la muy alta probabilidad de vulneración al Sitio de Patrimonio Mundial, también es nuestra responsabilidad manifestar la preocupación que se genera ante el inminente impacto vehicular que esta intervención causará al tráfico de la zona céntrica de la ciudad. Este proyecto, que pretende construir 270 nuevas plazas de estacionamiento, no busca reemplazar aquellas en la superficie en el contorno de la plaza para mejorar flujos superficiales y / o calidad de espacio público, sino aumentar la capacidad y por consiguiente causar un serio aumento en el flujo vehicular.
Sabemos que existen alternativas viables de solución a la problemática de estacionamientos en la ciudad, que el proyecto no contempla, y consideramos que los antecedentes presentados ante el SEIA no cumplen con los compromisos de estado ni aportan al desarrollo de la ciudad y a la calidad de vida de sus habitantes.
Jorge Espinosa Cereceda
Presidente
Christian García Riffo
Secretario
Maritza Lobos
Tesorera
Juan Fernando Yáñez
Director para Castro
Paula Bastías Planzer
Directora para Ancud
Patricia Mondaca Mansilla
Coord. Comité de Patrimonio
DELEGACIÓN CHILOÉ DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE CHILE
arquitectoschiloe@gmail.com
Una vez más los intereses egoístas y mercantiles del sistema neoliberal asfixiante pretende acorralar al ciudadano de a pie que solo desea disfrutar de su entorno y,
como siempre con una actitud de desprecio por el patrimonio cultural, fuerzan el llevar al resto de la población a servir a sus capitales de consumo, prescindiendo de valores y respeto por la cultura, las costumbres y la sana convivencia. Nos miran desde arriba cual dioses omnipotentes y nos tratan como rebaño que va al matadero; y es más , no nos toman en cuenta ni nos preguntan si nos parece (el Mall es una muestra de ello) y la gente común en su ignorancia, los mira como “progreso” mal entendido.
Es de esperar que las reflexiones de los colegios profesionales y especialistas en estos temas se levanten por sobre la autoridad permisiva de estas prácticas vergonzosas y que dañan cada vez más el alma de los pueblos.Ya no quedan autoridades que defiendan el bien común (cada vez más lejos de la gente) que es de todos, sino se inclinan servilmente ante el dios dinero porque de él se sirven ignorando al resto que los rodea. Ya veremos que se desprende de toda esta tragedia nacional pues cada dia perdemos patrimonio sustentable hasta que llegue el día que careceremos de identidad de pueblo para convertirnos en rebaño del poderoso, asñi se soluciona todo en nuestro suelo, entre gallos y medianoche o entre cuatro paredes sin que nadie nos represente.
Felicito a la Delegación de Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile, su directiva regional y a su comité de patrimonio por alzar la voz en medio de los tiburones inmobiliarios que han arrasado con todo lo nuestro.
Saludos,
Enrique Hip
ICA 4081
Stgo.