Por primera vez el evento que parte el 26 de octubre en Valparaíso trae proyectos de autores de reconocimiento mundial, como Alejandro Aravena, Michael Wang y Diller, Scofidio+Renfro.
Después de la polémica inauguración de 2015, que incluyó manifestaciones públicas de vecinos contra el proyecto inmobiliario en el Cerro Barón, de Mathias Klotz, se intuía que algo había cambiado para siempre en la historia de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo local. De alguna forma, esa versión, que por primera vez se movía de Santiago a regiones, abrió la puerta a un encuentro más cercano al público, que resultó en un asistencia inédita de 30 mil personas. “Hasta hace unos años la bienal aún era un entusiasmo de los arquitectos, pero eso se ha ido ampliando cada vez en más un encuentro entre la ciudadanía y los arquitectos”, decía Pilar Urrejola, presidenta del Colegio de Arquitectos, organismo a cargo del evento que este año regresará al Parque Cultural Valparaíso (PCV), del 26 de octubre al 9 de noviembre con el lema Diálogos Impostergables.
Este año, bajo la curatoría general de Felipe Vera, la bienal apunta a dos frentes que aspiran a consolidar su carácter ciudadano: darle espacio a grupos sociales por lo general marginados del debate, como pueblos indígenas, inmigrantes y activistas sociales, y además invitar a autores de nivel internacional a la muestra central.
De este último ítem está a cargo el arquitecto y curador Rodrigo Tisi, quien lideró en 2010 SCL, emblemática muestra en el MAC que invitaba a proyectar la ciudad en 100 años, y quien ahora adelanta los proyectos internacionales que por primera vez se darán cita en la bienal local con versiones renovadas. Además, la mayoría de los autores dará conferencias.
La curatoría de Tisi responde a los siete grandes temas del encuentro: comunidad, integración, participación, vulnerabilidad, recursos, identidad y futuro. “En ese sentido fuimos a buscar trabajos a bienales que no son sólo de arquitectura, sino que van más allá y abordan temas que son relevantes hoy, como el cambio climático, la cultura y la inmigración”, dice el arquitecto.
Entre los autores invitados hay nombres locales de reconocimiento mundial. Uno de ellos es el artista Alfredo Jaar, quien reeditará Estudios sobre la felicidad, una de sus obras seminales de los 80 antes de radicarse en EEUU, donde a través de instalaciones fotográficas urbanas hacía preguntas entre simples y controvertidas en pleno régimen militar, como ¿Es usted feliz?
También estará el Pritzker chileno Alejandro Aravena, quien dirigió la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2016, y ahora presentará junto a su oficina Elemental el proyecto Somos Choapa: en alianza con Minera los Pelambres han desarrollado desde 2013 diversos programas de infraestructura, espacio público y otras actividades ciudadanas en la región. En el PCV exhibirán 60 iniciativas e instalarán un juego para niños que incentiva el uso de las áreas verdes y que tras la bienal será trasladado a Los Vilos.
Entre los extranjeros invitados destaca la oficina Diller, Scofidio + Renfro, radicada en Nueva York, que trae a Valparaíso la instalación digital e interactiva Exit, presentada en el Palais de Tokyo en París en 2015, que plantea el problema global del cambio climático. En la misma línea, el estadounidense Michael Wang presentará su proyecto Extint in the wild, que se exhibió en la Fundación Prada de Milán en 2016 (curada por Rem Koolhaas), donde reflexiona sobre la extinción de las especies tomando como metáfora inicial el mundo vegetal para derivar en la raza humana.
Los peruanos Barclay and Crousse traerán Nuestro Frente Amazónico, proyecto que exhibieron en la pasada Bienal de Venecia donde enfrentan el problema de la pobreza y la preservación del Amazonas a través de la educación. La australiana Dorita Hannah, quien mezcla arte, arquitectura y teatro, exhibirá su proyecto sobre las ciudades bombardeadas de Medio Oriente y el desplazamiento de las personas, y se expondrá la obra del fallecido Charles Correa, conocido como “el arquitecto más grande de la India”, y su aporte a la vivienda social.
El estudio LOT-EK, con base en Nueva York, planteará un sistema de transporte integrado para la V Región, mientras que el Premio Nacional de la disciplina Edward Rojas mostrará su trabajo de 40 años en Chiloé, que rescata las tradiciones arquitectónicas locales y los recursos naturales de la zona.
“Esta será una bienal más reflexiva. No será sólo una exhibición de obras, sino que buscamos contribuir con ideas y debates a escala de las personas. Creemos que debemos relevar la dimensión humana de la arquitectura, es necesario integrar a todos para encontrar las soluciones correctas”, resume Tisi.
Por Denisse Espinoza