Nuestra Delegación Zonal Llanquihue, representada por su presidente Sebastián Bruna, fue parte de la inauguración de la placa de reconocimiento del Premio Aporte Urbano (PAU) en el proyecto «Reconstrucción de 3 casas patrimoniales de Puerto Varas».
La ceremonia se realizó el pasado viernes 12 de noviembre, tuvo lugar en una de las casas reconstruidas, y contó con la participación de autoridades regionales como los SEREMI del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y Ministerio de Economía, Fomento y Turismo; representantes de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC); y representantes de organizaciones civiles.
En la instancia, se reconoció el valor del proyecto desarrollado por los colegiados Heike Höpfner y Pablo Moraga, quienes fueron reconocidos en 2019 en la categoría de Mejor Proyecto de Intervención Patrimonial.
Conocidas como Casa Kinzel, Casa Wiehoff y Casa Kaschel, fueron construidas entre 1890 y 1930 en uno de los dos ejes históricos de Puerto Varas, y hoy representan el legado arquitectónico del proceso de colonización alemana de la Cuenca del Lago Llanquihue iniciado a mediados del siglo XIX. Ante la necesidad de reconstruir estas casonas como parte de un proyecto inmobiliario mayor –asumido por la empresa Patagonland– se generó la oportunidad de repensar el sentido de estos inmuebles en el dinámico contexto urbano actual y la reconversión de los programas que albergaban originalmente.
El desafío consistió en conservar la atmósfera que caracterizó estas casonas por más de 100 años, dándole vigencia en un contexto patrimonial en proceso de valorización y densificación. El proyecto se desarrolló proponiendo un paseo al interior de la cuadra, pudiendo ser recorridos como parte de un circuito de tiendas, cafeterías y pequeñas plazas en primer nivel y oficinas en el segundo, ofreciendo un nuevo espacio a la ciudad y permitiendo al usuario habitar lugares que antes le eran negados.
En la reconstrucción se reutilizó material original de las casonas, como ventanas, pie derechos y soleras visibles, puertas, escaleras, y revestimientos como pavimentos zócalos interiores y sus ornamentos, molduras, tinglados exteriores, tejuelas y otros elementos como contra ventaciones, jabalcones y los emblemáticos balcones de fierro de la Casa Kaschel. Las estructuras de piso, muros y cubiertas se ejecutaron íntegramente en maderas nativas, y debieron adaptarse a los nuevos estándares de calidad, seguridad y confort que los nuevos usos requerían.