Ya pasaron los días iniciales, en los que el muro exterior del terreno del mall de Puerto Varas fue engañosamente pintado con alegres y verdes hojas, para dar paso a la verdadera realidad, la de un edificio monstruosamente invasivo, que ha ido creciendo al amparo de la desidia de unos, el silencio de otros, los acuerdos de unos pocos y la perplejidad de muchos.
Próximamente se iniciarán trabajos en calle San Francisco de Puerto Varas para facilitar el acceso al mall. Frente a la inminencia de los tacos que serán tortura diaria para miles de puertovarinos, cabe hacerse algunas preguntas que bien podrían ser motivo de reflexión mientras se espera interminablemente en los atochamientos:
¿Se respetarán las áreas verdes existentes? ¿Se ocuparán bienes públicos para beneficio privado? ¿Con permiso de quién? ¿Cómo se asegurará el libre paso de los carros bomba? ¿Se retiró hacia adentro el edificio? ¿Se respetó el ancho de 20 metros que debe tener la calle según el Plan Regulador? ¿Quién garantiza que los camiones no descargarán en la calle? ¿Quién evitará que se atropelle la normativa de fachadas tapando la madera con gigantescos letreros?
Raúl Palma
Increíble!. Muchas preguntas sin aclarar! Y lo que aún queda en la cabeza de alguno de nosotros es por que la tierra que se sacó de esa excavación fue a parar al terreno de un privado?
Otra pregunta sin responder…..
Hace un tiempo atrás se mencionaba que este mall era un ejemplo para el de Castro ya que este “era acorde al estilo arquitectónico” de Puerto Varas. ¿Dónde quedó eso?
No veo quién de los puerto varinos esté realmente feliz por aquel imponente edificio.-.
Es que como Puerto Varas es uno de los destinos turísticos más apreciados por los extranjeros había que liquidarlo de alguna manera. Vean nuestro patrimonio de la humanidad Valparaíso como está.
cuanto tiempo pasara en que veamos la gruta convertida en estacionamiento?? que increible que nuestros concejales acepten esto!!
En el “$hilito” de hoy,,falta que hagan una de estas “Catedrales del Consumismo”(MALL) en la Plaza de la Constitución frente a La Moneda, ya que NADIE “controla” ni “Fiscaliza” a los dueños de estas “Moles de Cemento”.
. Ellos, “hacen y deshacen” y construyen cualquier “MAMARRACHO” donde se les “da la gana”, total, en $hilito puede pasar cualquier cosa y “NADIE dice nada”.
Pensé que en este Gobierno no se seguiría la línea de los anteriores, en que se “Someten” al Poderoso, como simples “Lacayos”, pues se sienten “poca cosa” ante el “PODER” . Creí que las autoridades de esta administración se enfrentarían de “Igual a Igual”, pero parece que me equivoque, pues todo sigue igual.
Cuando un “hijo de vecino” no cumple con alguna norma se le aplica todo el “rigor de la ley”, pero cuando es el Poderoso, se “CHUPAN” y hacen lo que el poderoso les manda, con la cola entre las piernas o con un “premio” en el bolsillo, supongo, pero no lo que los ciudadanos (electores) desean.
Donde llagan los MALLs, sucumbe todo el comercio detallista, cambiando la diversidad del comercio minorista, con sus vitrinas de “múltiples colores” y diseños, por la “MONOTONIA” de estos Grandes y Alienantes Bloques de Cemento.
Por otro lado, al cerrar sus locales el comercio minorista, sus Dueños pasan de ser propietarios de su negocio a “suches” de estas Catedrales del Consumismo con el consabido deterioro de su calidad de vida de toda su Familia.
Los dueños de este Mall son exactamente los mismos del de Castro………… un desastre.
No se cómo lo permitieron.
“Con la invacion del mall, decimos adios a la tranquilidad de Puerto Varas, esta ciudad ya perdio su encanto sereno, ahora se viene una mini copia de Monjitas una de las colapsadas calles centricas de Santiago, bien venida entonces a los bocinazos, tacos, suciedad y demases, chao calidad de vida gracias a la avaricia de algunos, prepotencia de otros, la pasividad provocada por el poco tiempo libre que nos queda para protestar a algunos de nosotros y la pasividad comprada a otros que tienen mas responsabilidad en el tema.
Ahora solo me queda recistirme al consumismo, la novedad y la moda, para no poner un pie en ese monumento a la hipocresia”