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Libros para leerse de un tirón en un Monumento Nacional

Se acerca el Día Internacional del Libro, celebración que cada 23 de abril se transforma en un espacio de estímulo, protección y fomento a la lectura, la industria y sus actores. En esta nueva conmemoración, el Colegio de Arquitectos de Chile te propone algunos libros para que leas en nuestra Sede Nacional.

Te invitamos a leer en medio de, quizás, la construcción más icónica del art nouveau en Chile, con los vitrales de nuestros halls de fondo, algunos libros que exploran vidas de edificios que contienen las huellas de nuestra memoria, crónicas inquietas, arquitectura del espectáculo y la vida de un arquitecto celebrado que cae en desgracia.

 

Capas de memoria. El Centro Cultural Gabriela Mistral como palimpsesto arquitectónico.

Sofía Montealegre Barba

Local Ediciones

En plena Alameda de la ciudad de Santiago de Chile se levanta un gigante que ha cambiado tanto de nombre como de apariencia en estos últimos 50 años. Inaugurado en 1972, el edificio de la UNCTAD III fue emblema de la Unidad Popular, para luego ser transformado en Diego Portales durante la dictadura y reabierto bajo el nombre de Centro Cultural Gabriela Mistral, siendo un testimonio de nuestro intrincado devenir.

Como un palimpsesto, en sus muros se han escrito, borrado y vuelto a escribir múltiples discursos que se contraponen, ocultan y acumulan. Este libro es una invitación a reconocer la arquitectura como un objeto vivo, capaz de contener las huellas de nuestra memoria y, a través de la lectura de sus múltiples capas, lograr identificarnos en nuestra propia historia.

 

 

 

Enjundia

Nicolás Valencia

Dostercios

Este fascinante libro es una selección de crónicas y ensayos sobre arquitectura, ciudades y personajes latinoamericanos, donde el autor con su voz honesta y clara explora nuestros territorios y las vidas que se desenvuelven en ellos.

En sus páginas descubrimos la historia de un exparamilitar que, con sus propias manos, construye un parque en Medellín, así como la experiencia de un arquitecto autodidacta en la periferia aimara de La Paz. Además, el libro nos sumerge en el mundo de un maestro sandwichero en el corazón de la Vega Central y nos lleva a seguir la travesía de un sobre de levadura que viaja desde Argentina a Chile en plena cuarentena.

 

 

 

 

Queríamos un Calatrava. Viajes arquitectónicos por la seducción y el repudio

Llàtzer Moix

Anagrama

Santiago Calatrava es el arquitecto de origen español con mayor notoriedad global. Sus llamativos edificios blancos, de inspiración orgánica y lenguaje inconfundible, se levantan en una veintena de países, dando forma a estaciones de tren, puentes, aeropuertos, auditorios, museos, rascacielos o estadios. En los años del cambio de siglo, cargos públicos y promotores privados tanto europeos como estadounidenses se disputaron sus servicios, convencidos de que garantizaban un plus de visibilidad y éxito, de que contribuirían decisivamente al progreso de su comunidad. Calatrava era entonces una figura admirada, deseada y consentida prácticamente sin reservas. Pero, poco a poco, la percepción del arquitecto, ingeniero y creador plástico nacido en Benimàmet y afincado en Zúrich fue transformándose hasta invertir su signo. En el último decenio, su presencia en los medios de comunicación ha estado dominada por informaciones relativas a sus excesos, y muy marcada por la crítica y el reproche.

Queríamos un Calatrava se propone averiguar, detallar y exponer las causas de tal transformación. Con ese objetivo, Llàtzer Moix ha visitado algunas de las principales obras de dicho arquitecto, en Atenas, Malmö, Milwaukee, Nueva York, Venecia o Zúrich; también en diversas ciudades españolas, como Barcelona o Valencia. Y ha conversado con los clientes que las encargaron, con los colaboradores del arquitecto que desarrollaron los proyectos, con sus usuarios y con otros expertos. En esta pesquisa han aflorado algunas constantes: demoras, presupuestos multiplicados, renuncias sobre la marcha a rasgos definitorios de la obra, mantenimientos onerosos, incidencias varias y, a la postre, clientes inicialmente seducidos por el arquitecto que acabaron repudiándole e, incluso, dirimiendo sus diferencias con él en los juzgados. Calatrava es un profesional talentoso y singular, como acreditó en algunos de sus primeros trabajos y reconocen numerosos colegas. Pero su arquitectura presentada como un sueño ha revelado en no pocas ocasiones un envés de pesadilla.

 

 

Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría

Paul B. Preciado

Anagrama

En plena guerra fría, Hugh Hefner crea la que pronto se convertiría en la revista para adultos más vendida del mundo: Playboy, que no era simplemente una revista de chicas con o sin bikini, sino un vasto proyecto arquitectónico-mediático que tenía como objetivo desplazar la casa heterosexual como núcleo de consumo y reproducción. De la misma manera que la sociedad ilustrada creyó que la celda individual podía ser un enclave de reconstrucción del alma criminal, Playboy confió a la mansión de soltero la fabricación del nuevo hombre moderno.

Este ensayo nos adentra en el archipiélago Playboy: un Disneyland para adultos hecho de mansiones, camas redondas, grutas tropicales, habitaciones temáticas, circuitos de vigilancia, piscinas transparentes, residencias de conejitas, aviones equipados con pista de baile y termas romanas… Este complejo funciona como el primer burdel multimedia de la historia, una pornotopía moderna instalada en la cultura de los medios de comunicación de masas y en la arquitectura del espectáculo. Y también sirve de laboratorio para estudiar las mutaciones que van desde la guerra fría hasta un capitalismo caliente cuyos medios de producción son el sexo, las drogas y la información, y donde la arquitectura funciona como un escenario en el que se teatraliza la identidad masculina.